Más allá de la denegación de derecho que constituye el encarcelamiento prolongado de Georges Ibrahim Abdallah, Francia ha puesto una nueva condición a su liberación, que haga acto de contrición, en suma, que muestre arrepentimiento, exige Francia, que tanto está tardando en arrepentirse de sus crímenes coloniales. Una condición suplementaria que se añade a la condición sangrante de que a su regreso a Líbano no se produzca ningún recibimiento popular, que vuelva a su país avergonzado y que no sea acogido como un héroe.
En los 37 años en que ha estado preso ninguno de los sucesivos gobiernos franceses ha calibrado todavía al personaje: orgulloso como un roble, duro como una roca, de una límpida claridad, incorruptible.
Su respuesta, que recogió el diario Al Akhbar, fue como él: “nunca negociaré mi inocencia. No renunciaré a mi postura”, declaró Georges Ibrahim Abdallah al terminar su encuentro con la ministra libanesa de Justicia, Marie Claude Najm, en la cárcel de Lannemezan, en el departamento de los Altos Pirineos de la región de Occitania, en el sudoeste de Francia.
Marie Claude Najm es la primera persona perteneciente al gobierno libanés que se ha entrevistado con su compatriota, el preso libanés, en dos ocasiones durante tres horas en total. Al Akhbar precisa que estuvo acompañada por el Director General de Seguridad libanés, el general Abbas Ibrahim.
Al Akhbar recuerda que en las dos visitas que Macron hizo a Líbano en 2020 tras la explosión que en el puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020 multiplicó sus consejos y amonestaciones a la clase política libanesa y dio lecciones sobre el proceso de construcción del Estado, aunque, destaca el diario libanés, el presidente francés omitió totalmente hablar de “las fragantes violaciones de los derechos humanos que comete Francia en el caso de Georges Ibrahim Abdallah”. Y el diario libanés añade: “Francia ejecuta las órdenes de Estados Unidos e Israel, aunque Georges Ibrahim Abdallah ha cumplido su pena”.
En 2018 el Estado libanés decidió por fin ocuparse del caso de Georges Ibrahim Abdallah, que desde entonces se ha convertido en el preso político más antiguo de Europa. El presidente [libanés] había planteado en caso de Georges Ibrahim Abdallah a Emmanuel Macron durante la visita del presidente francés a Bairut.
Francia había autorizado la visita de la ministra libanesa de Justicia a Lannemezan a condición de que se hiciera discretamente “sin publicidad”, como si el Estado francés se sintiera incómodo, avergonzado de su prevaricación.
Además, Francia ha puesto como condición que el preso se arrepienta para conceder en contrapartida un “indulto presidencial”. Un indulto y no una liberación sin condiciones ya que el preso de Lannemezan ha cumplido con creces su pena.
Georges Ibrahim Abdallah ha comunicado que “no tenía la intención de negociar sobre la base de las condiciones francesas” ya que se considera un “preso político” y que como tal Francia debe “asumir sus responsabilidades”, añade Al Akhbar
El diario libanés destaca también que Georges Ibrahim Abdallah “nunca atacó los intereses franceses puesto que llevó a cabo su lucha contra la dominación imperialista y las fuerzas coloniales para la defensa de los pueblos”.
Por último, Al Akhbar recuerda las palabras pronunciadas por Macron durante su viaje a Líbano con ocasión de su campaña presidencial de 2017: “Macron se había pronunciado desde Beirut en contra de que Francia reconociera un Estado palestino sin un acuerdo entre ambas partes (palestina e israelí)” y “contra toda presión sobre Israel”.
Durante su anterior reunión con responsables libaneses en diciembre de 2018 Georges Ibrahim Abdallah ofreció una lección de dignidad y de valor a sus compatriotas al exhortarles en los siguientes términos: “No mendiguen mi libertad. No se sitúen en una posición de debilidad. Ahora existe en Líbano un liderazgo combativo. […] Francia no tiene influencia en Oriente Próximo, excepto en Iraq y Líbano”».
El diario Al Akhbar publicó esta información la víspera del 70 aniversario, el 2 de abril, de Georges Ibrahim Abdallah, un hombre que habrá pasado más de la mitad de su vida en la cárcel por permanecer fiel a sus ideas. Larga vida a Georges Ibrahim Abdallah. Que su ejemplo de fidelidad a sus convicciones y de determinación en su lucha sirva de lección a las generaciones venideras.